Mi Canguro de Confianza

Estaba atorado en el tráfico pensando en qué podría adquirir, que sume realmente a nuestros viajes, y recordé aquella cosa que TODOS odiábamos llevar, aunque nuestros padres sabían muy bien por qué lo elegían para nosotros: El canguro. Qué gracioso es ver cómo pasa el tiempo y nos damos cuenta que, después de contradecir a nuestros papás, las cosas que nos parecían innecesarias, siempre fueron indispensables.

Hoy en día, al momento de viajar, el canguro me es imprescindible cuando transito el aeropuerto y cuando salgo en busca de la mejor foto. La mochila de equipos pesa tanto que, en el trajín del aeropuerto, cuando tenemos que mostrar nuestros documentos, se nos complican los trámites. El canguro no solo funciona para ahorrar tiempo, sino también para hacer los trámites de manera más cómoda.

Cuando tomo fotos, el canguro me sirve para cargar mis tarjetas de memorias SD, mi limpia lentes, mis baterías extra y mi cargador inalámbrico para el celular. Para mí, tener todo esto a la mano es fundamental, pues a veces pasan cosas inesperadas y, créanme, no hay nada peor que quedarse sin memoria o batería en el mejor momento.

Otra función, que no puedo dejar pasar, es la seguridad. Cuando uno viaja constantemente, a veces, descuida ciertos detalles que pueden poner en tención una buena aventura. Nos debe haber pasado en algún momento que, después del ajetreo del avión, nos sentimos cansados y lo único que ansiamos es llegar al hotel o a nuestra casa. En este momento es donde empezamos a descuidar nuestros documentos y los terminamos poniendo en bolsillos no recomendables.

Yo uso un Canguro Apolo y, por todas estas razones, lo llevo de forma indispensable en cada viaje que hago hasta conseguir la mejor foto. Recuerden siempre viajar cómodos, pero sobre todo, seguros. Asegúrense de que sus experiencias valgan la pena y que, cuando el momento haya llegado, tengas sus cosas a la mano para poder capturar ese momento mágico para siempre.